En un rincón de un mundo diminuto, dos ratoncitos bailaban con encanto, sus corazones latían al unísono, tejiendo un lazo dulce y sacrosanto.

Eran dos almas, dos chispas brillantes, que un destino juguetón unió con arte, pero en un instante, en la pasión del baile, un desencuentro sembró la incertidumbre.

Pelearon con fuerza, sin saber la razón, sus ojitos brillantes, ahora empañados, y en el nudo de su amor, un dolor profundo, la distancia separó sus caminos amados.

El tiempo pasó, pero el amor no cesó, cada uno a su lado, extrañándose en silencio, la luz del recuerdo brillando en la noche, anhelando el abrazo que trajo consuelo.

Entre risas y lágrimas, la vida les retó, y en las vueltas del destino, un encuentro mágico, se cruzaron nuevamente, por azar o por designio, y en sus ojitos, el brillo resurgió.

Un perdón sincero, se fundieron en un abrazo, la brisa suave acarició su piel, y en ese instante, el universo entero, comprendió que su amor era eterno.

Dos ratoncitos, unidos por el destino, aprendieron que en el amor hay tropiezos, pero si el corazón es fuerte y genuino, los lazos se renuevan, como sucede en cuentos.

Así, con risas y miradas brillantes, se juraron amor, eterno y sincero, dos almas enlazadas, como dos estrellas, brillando juntas, en el cielo sereno.

-escrito por san, con un poquitito de ayuda

estos dos ratoncitos van a volver y el mundo lo verá < 3